
Aun no está todo dicho, terminarás tu Odisea creyendo lo contrario, que eres capaz de sumergirme en mares de confusión y arrastrarme por ciénagas de aguas estancadas y pestilentes por donde navegas continuamente a la deriva, con el fin de envenenar mis sentidos para conseguir tus propósitos, a toda costa. Pero cuando hayas acabado de maltratar mi mente con tu lengua bífida y viperina, cuando hayas terminado de castigar mi cuerpo a base de latigazos, dejándome la piel en carne viva y hayas saciado tu sed de venganza, el estúpido que hay plantado delante de tuyo, no volverá a derramar ni una sola lágrima más por ti.
Porque a día de hoy éste estúpido ha despertado, y se ha cansado de ser el trapo sucio con el que siempre limpias tu alma. Me he cansado de levantar castillos de arena que derrumbas con el aire de tu melena. Hoy soy yo el que castiga, el que te desea cien años de soledad maldita, cien años de alcoba vacía, cien años de pura desdicha. Me voy, lejos de ti, y no te odio, te dedico toda mi indiferencia, sólo se odia lo amado y todo mi amor se ha terminado.
La niña de ojos grises que me había robado la calma, dos témpanos de hielo azul donde solía danzar mi alma.
La niña de ojos tristes sin brillo, luz ni esperanza, no juega más con mi vida, no manda más en mi cama.
2 comentarios:
Hola niña!
Ya has vuelto a 'picar' algunas palabras...
Que tal las vacaciones?
Has vuelto ha recordar momentos de adolescencia y a sentirte como una quinceañera?
Hola Ricard!
Como lo llevas? Pues sí, ya estoy de vuelta, ya estoy por aquí nuevamente.
Que sepas que te hice caso, me fui a correr por la playa al amanecer y otras veces cogía la bici.
UN ESPECTACULO MARAVILLOSO.
Gracias por seguir leyendo y visitandome.
Un abrazo.
Publicar un comentario