miércoles, 19 de marzo de 2008

GRANOS DE CAFÉ

Llevo varios días pensando en como escribirte esta carta. Ya se que este no es el mejor comienzo, pero lo he intentado tantas veces... voy a intentarlo a lo Alejandro Sanz, que seguro te gustará.

Te quiero:

Hoy me había levantado con la idea de hacer muchas cosas, más tal vez de las que te da tiempo de hacer en un día, pero resulta que no he hecho ni la mitad de lo que tenía pensado, y eso que el día prometía. Se despertó la mañana de buen humor y un sol brillante en lo más alto del cielo que daba calorcito al corazón. Me recordó a tu sonrisa, capaz de alterar cada uno de mis sentidos, capaz de llamar la atención a todo el que se cruzase en tu camino, y se me antojó lejana.

La mañana fue dejando paso a la tarde, que no parecía traer muy buenas noticias. Un montón de nubes acordaron esconder aquel radiante sol y dejar un borrón gris oscuro en el cielo. ¿Sabes de aquella claridad triste que pesa en el alma y apaga el ánimo? Me recordó a tu mirada después de haberte defraudado alguna vez. No sabes lo mucho que me pesan todos mis errores, y lo que me duelen.

Ahora es de noche, he puesto tu cd favorito, que sorprendentemente me he bajado de internet, si, ya sabes, aquel por el que hacía todo lo posible por no escuchar. He abierto la ventana y me he sentado junto a ella con una taza de café que he comprado en el mercado a granel. Cogí la pala que había dentro del saco y esperé que su aroma me transportase a lugares lejanos. Tu afición por el café también me la he llevado.
He mirado al cielo y no he encontrado ni una sola estrella, ahora el cielo está rojo, supongo que pronto romperá a llover.

¿Recuerdas cuando estuvimos en Asturias? El firmamento parecía un traje de lunares que brillaban y parpadeaban sin fin. Jamás había visto tantas estrellas juntas en mi vida y no supe apreciar la mejor de las estrellas, tú Noelia, la más bonita de todas aquí en la tierra.
Aunque esa noche si no recuerdo mal estuvimos poniéndole la cara roja a la luna con nuestras perversiones. Llegué a besarte tantas veces que creí que perdería los labios en algún rincón de tu cuerpo. Echo de menos el olor de tu pelo, la maravillosa visión que me ofrecía cuando caía por tu espalda desnuda.

Cuantas tardes me he asado con tu espalda en mi pecho y mis piernas rodeando tu cintura, mis brazos sosteniendo tus pechos y mi boca enredada en tu cuello. ¿Sabrías contar cuántas tardes?

Parece que empieza a llover por fin, me pone tan triste el no tenerte junto a mí, la cama es tan grande y fría Noelia. Sé que no he sido quien tú esperabas, pero mi vida carece de sentido sin ti... ¿Cómo se encuentra la tuya?

Te mando unos granitos de café que he llevado todo este tiempo en las manos, deseando que te llegue mi aroma.
Empiezo y termino de la misma forma.

Te quiero.

BÁRBARA.

2 comentarios:

miguel dijo...

Hola Angela ,

Como siempre me deleitas con tus relatos y me dejas cada dia mas asombrado, me gusta mucho lo que escribes y como lo escribes .

Espero que ese aroma que deja esa tinta de tus palabras impregnadas en enste block sigan siento tan deliciosas como lo van siendo hasta ahora.

Sigue asi , que estoy deseando llegar a casa y ver si has escrito algo para poder leerlo y no te lo digo por quedar bien o por hacerte la pelota , sabes que lo que digo es cierto.

Un beso y cuidate mucho

Miguel

Girasol dijo...

Killo, me pones el culo cinco o seis tallas más grandes con tus cumplidos!!

MUCHISIMAS GRACIAS POR LEERME Y POR DECIRLOO MIGUEL!!!!

MUCHOS BESOS!!!