Ángela siempre había sido una chica solitaria, le gustaba escabullirse del montón y desaparecer sin que nadie lo notase. Se iba a pensar, a disfrutar de un paseo, a soñar despierta, le gustaba inventar historias y relatarlas, le gustaba escuchar música mientras se duchaba y cantar bajo el agua. No le gustaban las Navidades, le aburría la Semana Santa, odiaba San Valentín pero le encantaba el día de Sant Jordi.
Le gustaba encontrarse con la gente y que ésta llevase libros en la mano, la tradición manda que a él se le regala un libro y a ella una rosa. Yo creo que debe haber un libro y una rosa para ambos. Aun así, Ángela tenia un serio problema, Ángela no tenía pareja que le regalase, Ángela no tenía pareja a quién regalar, por lo tanto, otro año más Ángela se quedaría sin su novela de Carlos Ruiz Zafón y sin rosa de marca páginas.
T_T Este es el final más triste que he escrito nunca. T_T
3 comentarios:
Hola Angela , mira lo de la novela se me ha escapado porque no lo sabia , pero lo de la rosa no , jajaajaja
No hay que tener pareja para regalar una rosa o un libro , simplemente quererse,
Tu sabes que te quiero un monton .
un besote
No es mala cosa regalar libros y flores, eso si, si en vez de flores nos tomamos un olatito de jamón con unas cervecitas mientras se comparte literatura yo cro que mejó, que las flores no se comen y además se marchitan.
MIGUEL: Gracias por la rosa :D
Un besito
MANUEL: UEEE jamoncito que weno killo y quesito, con picos, que aqui no hay picos de pan ni na de na. Y una copita de vino tinto, ay di que sí Manuel, literatura en compañia, en buena compañía. Killo me ha entrao hasta hambre, a ver que encuentro por la nevera.
VINO Y VERSOS!!
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