Imagina que estás en pleno de vuelo, con las maletas, sentaito disfrutando de las vistas y te dicen por megafonía que tienen que hacer un aterrizaje a mitad de camino. ¡Y esta vez la culpa no la ha tenido Melendi!
Pues eso es exactamente lo que ha pasado en el vuelo de Toronto a Londres. El piloto pierde el juicio en pleno vuelo y pide a gritos que quiere hablar con Dios. Los compañeros lo sacaron de la cabina y lo amarraron a un asiento, donde lloraba, gritaba e insultaba a diestro y siniestro mientras pedía a voces hablar con Dios.
¿Qué os parece? ¡Menuda notica! jajajaja.
Me parece un poco contradictorio, si estaba volando y si se supone que Dios está en el cielo y en todas partes, ¿Porqué no habló con Él directamente desde el avión? Más cerca no podía estar. Un poco más y le muerde. Yo creo que fue por la presión que se le nubló el pensamiento y no tenía muy claro que estaba pasando.
La cuestión es que el piloto está ahora en tratamiento psiquiátrico. Hombre, no es muy normal que de buenas a primeras un hombre empiece a chillar desesperadamente que necesita hablar con Dios.
Pues nada, que tal y como está el mundo cualquier día nos vamos a llevar un susto y de los grandes.
Sera maravilloso, viajar hasta Mallorca, sin necesidad de tomar el barco o el avión (con gente colgá que quiera hablar con Dios) sólo caminando, en bicicleta o auto-stop.
viernes, 1 de febrero de 2008
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